La pérdida de audición a menudo se considera una parte normal del envejecimiento, pero investigaciones recientes muestran que puede tener un impacto mucho mayor en la salud a largo plazo de lo que muchas personas creen. Cada vez más estudios demuestran una relación clara entre la pérdida de audición no tratada y el deterioro cognitivo, incluidos problemas de memoria y un mayor riesgo de demencia.
Comprender esta conexión es importante para los adultos mayores, especialmente porque la intervención temprana puede marcar una diferencia significativa en la salud cognitiva a largo plazo. Afortunadamente, Medicare ofrece opciones de cobertura que pueden ayudar, aunque los detalles dependen de su plan.
Los científicos creen que la relación entre la pérdida de audición y el deterioro cognitivo puede desarrollarse por varias razones. Cuando el cerebro tiene que esforzarse más para interpretar sonidos apagados o poco claros, puede tener menos recursos disponibles para procesar la memoria y las tareas de pensamiento. La pérdida de audición también puede provocar una disminución de la interacción social, lo cual se sabe que contribuye al deterioro cognitivo. Con el tiempo, el cerebro incluso puede experimentar cambios estructurales debido a la falta de estimulación auditiva.
Por esta razón, el diagnóstico y tratamiento tempranos de la pérdida de audición se convierten en una herramienta poderosa para proteger la salud cognitiva. La Parte B de Medicare cubre exámenes diagnósticos de audición y equilibrio cuando son solicitados por un médico. Estas evaluaciones son un primer paso importante para identificar problemas de audición y descartar afecciones médicas subyacentes.
Es importante tener en cuenta que Medicare Original no paga audífonos ni exámenes auditivos de rutina.
Para quienes experimentan problemas cognitivos relacionados con la pérdida de audición, Medicare también cubre visitas con neurólogos, audiólogos y otros especialistas cuando son médicamente necesarias. Las evaluaciones cognitivas, los servicios de salud conductual y la terapia del habla y el lenguaje también pueden estar cubiertos por la Parte B cuando su médico los prescribe como parte de su plan de tratamiento. Estos servicios pueden ayudar a mejorar las habilidades de comunicación y apoyar el funcionamiento cognitivo general.
Si sospecha que tiene pérdida de audición, el primer paso más importante es hablar con su médico de atención primaria. Él o ella puede referirle para las pruebas adecuadas y determinar si se necesita una evaluación adicional.
Al mismo tiempo, es recomendable hablar con su corredor de seguros con licencia sobre su plan de Medicare. La cobertura puede variar ampliamente de un plan a otro, y un corredor de seguros con licencia y experiencia puede ayudarle a elegir una opción de Medicare que brinde el mayor apoyo para sus necesidades específicas.
Actuar a tiempo puede proteger tanto su audición como su bienestar cognitivo. No dude en comunicarse con su médico y su corredor de seguros para asegurarse de que está recibiendo la atención y la cobertura que merece.